domingo, 13 de mayo de 2012

Deberes sí, deberes no


En Marzo fue convocada una huelga por una asociación de padres y madres franceses donde el tema era la excesiva cantidad de deberes que sus hij@s llevaban a casa todos los días después del colegio. Esta huelga se llamó “la huelga de los lápices” y fue secundada por mucha gente.

Sin embargo, no todo el mundo apoyó a esta huelga. Hubo dos posturas muy claras y bien definidas:

- La primera de las posturas, era la propia que hacía eco la asociación de padres y madres, en la que se quejaban por la gran cantidad de deberes que les mandaban a sus hijos.

- La segunda postura, era totalmente el lado opuesto. Para estos padres, madres, profesores…  decían que los deberes eran buenos para que el niño/a se organice  y llegue a desarrollar  hábitos y actitudes relacionadas con la capacidad de trabajar por su cuenta.

Pero esta huelga no solo se puso en marcha en Francia, cuando aquí en España se enteraron de la huelga, vieron las ventajas o inconvenientes y la mayoría de la gente se terminó posicionando. Así, la Confederación Católica de Padres de Alumnos, fue la que tomo el mando de la oposición, donde los deberes para ellos proporcionan rutina y estabilidad.

En mi opinión, ninguna de las dos posturas lleva razón. 

Mirando los puntos buenos y los puntos malos de la huelga, he llegado a la conclusión de que los deberes han estado siempre ahí, es más, ¿quién no ha tenido deberes nunca? Cuando yo estudiaba en el colegio los deberes eran una parte más de lo que tenías que hacer, es decir, tenías tus actividades extraescolares, tus deberes, tus horas de juego...  todo esto ha funcionado siempre y sin embargo, conforme avanza la sociedad, pienso que también así deberían haber avanzado los deberes.

Quizá en esta situación, y hablando pensando en el futuro, si se llega a un consenso con los padres, los niños/as lleguen a tener la mitad de los deberes, pero los que hagan que les sirvan para algo y no sea un mero “copia el enunciado y escribe la definición de…”. Necesitamos deberes que hagan que los niños/as se pongan las pilas.

Aparte de todo esto, también se ha estado hablando de que los deberes potencian las diferencias entre los niños/as porque entre otras cosas, muchas veces los padres y madres no saben cómo ayudarles con las actividades. Ahora bien, yo planteo la posición contraria, ¿Por qué no buscamos unos deberes que cuando los padres y madres se sienten con sus hijos e hijas a hacer deberes sean los hijos e hijas los que les expliquen  cómo se hacen? Pienso que esto podría ayudar a la motivación de los niños y niñas, ya que, sabiéndose escuchados e importantes (ya que les están explicando algo a sus padres) se sentirían orgullos@s de sí mism@s.

Para finalizar este artículo solo quiero decir que está claro que todo el mundo piensa diferente  y que nunca se va a coincidir con un solo punto de vista donde el 100% de la población esté de acuerdo. Pero si se puede llegar a la mayoría y para eso sirven los consensos. No hay que pensar en lo mejor para los padres o profesores, si no en lo mejor para los niños y niñas, por ello sería bueno si los dos bandos se pusieran de acuerdo para crear algo que beneficiaría a los que realmente buscamos que sean favorecidos.

Fuentes:



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